Lost and Found, de Munemasa Takahashi en Revela’t


Siguiendo con Revela’T: El festival de fotografía analógica, creo que es importante dedicar un artículo también a la obra Lost and Found, de Munemasa Takahashi, un mural con más de 2000 fotografías provenientes el proyecto de recuperación de la memoria fotográfica perdida en el Tsunami de marzo de 2011… que puede verse en la Fábrica de Cal Garbat. Mossén Jacint Verdaguer, 8. Vilassar de Dalt.

Pero vayamos por partes.

2016_03_10_1457583254_4517721_lostfound3_jpeg_w1200_h1200_2
Detalle de Lost and Found, de Munemasa Takahashi

En primer lugar, tras las entradas dedicadas a F_MIL_ ALB_M de Montse Morcate: Alzheimer en Revela’T y a  Fotografía Post Mortem: Colección de la Fototeca del Muséu del Pueblu d’Asturies en Revela’T, seguimos con las exposiciones relacionadas con la memoria y las pérdidas. Algo que sabéis que es el centro de mi investigación e interés en el contexto fotográfico. En este caso, el origen del proyecto fotográfico es una gran tragedia, la ocasionada por el terremoto/tsunami de Senday, en Japón, en 2011.

Lo curioso de esta tragedia es que dio nacimiento al Salvage Memory Project en Yamamoto-cho, en la Prefectura de Miyagi, con la finalidad de limpiar y digitalizar las fotografías familiares perdidas para devolverlas a sus propietarios originales. Los implicados en el proceso fueron muchos y de diversa procedencia. Así, hubo miembros de las Fuerzas de Autodefensa Japonesa  que participaron en la recuperación de imágenes que llegaron a ser 750.000. Otro dato importante a tener en cuenta para ser conscientes de la magnitud del proyecto es que más de 1000 personas se ofrecieron como voluntarias y unas 400.000 fotografías fueron devueltas a sus dueños. El proyecto aún continúa.

Captura de pantalla 2017-05-26 a las 22.01.32
Captura de pantalla de la web del proyecto Lost and Found

Como se explica en la web del proyecto, durante este proceso de recuperación de imágenes se dieron cuenta de que había una cantidad importante de fotografías que estaban demasiado dañadas para poder ser recuperadas y devueltas. A partir de estas últimas imágenes se fundó «The Lost & Found Project», con Munemasa Takahashi, para dar una vida a esas fotografías que de otro modo hubieran estado sentenciadas a la desaparición y el olvido. Se trata de imágenes vacías a veces de contenido figurativo, en las que ya no puede encontrarse la información sobre las historias familiares que en otro tiempo retrataban. Por tanto, desde su pátina herrumbrosa, ajada, estropeada y dañada, las estampas en otro tiempo cotidianas cobran matices surrealistas, abstractos… que terminan siendo potentes detonadores de emociones, sensaciones y conexiones. La evocación se alza potente a través del rastro del olvido en unas imágenes que ya no son capaces de mostrar sus contenidos originales.

Estas imágenes son las que se exponen estos días en Revela’t y tienen la intención de llegar a personas que viven en lugares lejanos pero que a través de estas fotografías conocen la historia de lo sucedido y se recogen donaciones… no os las podéis perder.

Captura de pantalla 2017-05-26 a las 22.43.37
Captura de pantalla de una de las exposiciones de este proyecto que se muestran en su web.

Las fotografías de este proyecto, transformadas trágicamente en abstracciones que en conjunto tienen mucho de artísticas al mismo tiempo que de fantasmales, conectan con lo más humano y lo más intuitivo del ser humano… Estas imágenes, que se perdieron a sí mismas en el fragor del desastre natural, nos remiten a todas las pérdidas metafóricamente, vinculando nuestras experiencias, almas y padecimientos, algo que ni los medios de comunicación, ni los reportajes o documentales, así como tampoco las frías cifras de las víctimas pueden ofrecer de aquella experiencia. Pero, más allá de las propias imágenes y su fuerza visual, creo que el propio proyecto toca fibras muy sensibles del alma humana. El hecho de que tantas personas dedicaran su tiempo a recuperar y lavar esas imágenes anónimas les otorga un valor indiscutible, sobre todo de movilización y empatía. Al mismo tiempo, como comenta Geoffrey Batchen, estas fotografías se transforman en «fotografía» y en una invitación retórica a olvidar lo específico de los datos (Japón, por qué esas imágenes están aquí, los 19.000 muertos y los millones de afectados…) y considerar otras maneras posibles de mirar este conjunto de imágenes. Quizás, como este mismo autor comenta, por eso mismo contemplamos con fascinación unas imágenes en las que ya no hay mucho que ver: quizás en ellas podemos reconocer los frustrados deseos de conservar la memoria familiar, las sonrisas borradas, la pérdida de vidas y la destrucción de esas mismas familias cuyas imágenes parecen haberse disipado, como si estos objetos pudieran haber sufrido una especie de duelo o dolor empático.

Como dice Geoffrey Batchen sobre estas fotografías:

the greater metaphor for this catastrophe is conjured by the look of the photographs themselves, with the image on each piece of paper seemingly eaten away, as if by a fungus or disease. One can’t help but feel that the flesh of photography itself is under attack here, as though these few damaged remnants are all that survive of a mode of representation that once bestrode the world like a behemoth. Kodak’s recent decision to declare itself bankrupt only adds to the sense that photography as we once knew it is no more, swept away by a digital, rather than an oceanic, tsunami. A Japanese disaster has become a surrogate for another, American, one.

Geoffrey Batchen

Lo que considero que todos aprendimos de este proyecto es que cuando una tragedia de estas dimensiones sucede, la posibilidad de reacción o de hacer realmente algo que pueda cambiar las cosas seguramente está fuera de nuestras habilidades y capacidades. Sin embargo, si en vez de dejarse superar por los sentimientos de impotencia y de asombro, se toman pequeñas decisiones de grupo, de comunidad, los resultados finales pueden ser muy positivos, como demuestra este proyecto.

Como comentaba en la última entrada, en los últimos años proliferan imágenes, que se calculan en cientos, miles, millones… pero hay que pensar en otras imágenes menos abundantes, más íntimas. Esas fotografías, como la de la madre de Barthes que dio pie al conocidísimo ensayo La cámara Lúcida (sobre el que puedes leer en este blog «Recordando a Roland Barthes, releyendo La cámara lúcida«), que pueden tener un valor no sólo muy alto para los seres queridos sino que suelen ser irreemplazables. Todo por «culpa» de ese Punctum del que hablaba en el ya mencionado libro La Cámara Lúcida, Roland Barthes.

Captura de pantalla 2017-05-27 a las 15.00.26
Captura de pantalla de la web del proyecto

Yo aún recuerdo cuando se construía el túnel del metro en el Carmel en Barcelona. Hubo movimientos de tierra, varios edificios fueron afectados y los vecinos desalojados. Cuando permitían la entrada a los vecinos a sus casas para recuperar enseres básicos y cosas de valor… muchos salían abrazando el álbum de familia. Siempre he pensado que esa experiencia fue muy didáctica, sobre todo en lo relativo al valor de la fotografía.


Munemasa Takahashi se graduó en el Nippon Photography Institute de Tokio en 2001. Desde que el tsunami y el terremoto golpearon a Japón en 2011, Takahashi ha estado involucrado en el proyecto voluntario Salvage Memory, que intenta devolver las fotografías perdidas a sus dueños legítimos.

2 comentarios sobre “Lost and Found, de Munemasa Takahashi en Revela’t

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.